Durante la noche del 27 de Septiembre del corriente me encontraba yo muy a gusto en un recital patrocinado por conocida marca de bebida cola cuando acontecio un suceso que me hizo perder un poquito más la fe en la humanidad.
Para plantear de manera apropiada el tema a tratar, partamos de la base y establezcamos las reglas del juego, ¿te parece?
Lugar: Recital de rock.
Momento: Pogo rabioso.
Parentesis
El pogo es una actividad que se da exclusivamente ( en su forma más pura, quiero decir) en recitales. Es un momento en el cual, dentro de una multitud, se abre un hueco de dimensiones variadas, se aguarda hasta el momento de climax del tema que se está escuchando, y, al llegar este, las personas se dirigen de manera aparentemente caotica hacia el centro del circulo. No hay un objetivo predeterminado, más que el simple hecho de descargar un poco de la adrenalina que genera una buena banda que toca buena música. Uno corre hacia el espacio vacio y es chocado (espero no tener que explicar los principios fisicos que imposibilitan que dos cuerpos ocupen un mismo espacio) o choca a los otros individuos que buscan el mismo fin.
Hay empujones, golpes, tropezones, codazos en riñones (para los blasfemos primerizos, al menos) y todo tipo de agresión a cuerpos ajenos.
¿POR QUÉ HACEN ESTO?
Mi opinión, que es la unica que puedo dar, es que, como mencione antes, se libera adrenalina. Uno siente la necesidad de descomprimir por algun lado, de festejar, y como en un ambiente tan cargado energeticamente uno no puede hacer un picnic y reirse jovialmente, diciendo:
-Oh Jorge, que feliz soy apreciando esta regia banda de rock!- mientras toma un copetin, se recurre a algo un poco más burdo como los empujones.
Un buen recital es transpiración, es incomodidad, pero es un lugar de alivio y de abandono de inhibiciones y reglas. Uno puede ponerse en cuero y ponerse a bailar y a empujar gente que ESTA TODO BIEN.
Ahora, explicado un poco más en detalle el juego, y entendiendo con las preteritas explicaciones un poco más de este pequeño ritual, ha de entenderse que más allá de lo caótico que esto suene, existe reglas tácitas que se aplican en el 99% de los recitales.
1.) Si alguien se cae, se hace un pequeño circulo que de lugar al caído a levantarse.
2.) Nada de golpearse de mala leche, los recitales no son boliches, no hay peleas.
Teniendo en cuenta esta sagrada regla del recital y teniendo en cuenta toda la informacion expuesta, paso a relatar lo sucedido.
Durante el mencionado recital, en pleno salto poggero, recibí, de la manera más maricona y tragaleche que se hacen las cosas, es decir, por la espalda y escondiendo la mano, un cocaso ( se cierra la mano y se golpea con la segunda falange flexionada) en la nuca.
Ahora....yo pregunto ( y lo hago con REAL preocupación) ...si no se respeta UNA de DOS reglas de un espacio como un recital, donde uno solo va a disfrutar de algo tan bello como la música en vivo...¿Qué nos queda?
lunes, 29 de septiembre de 2008
domingo, 7 de septiembre de 2008
...Juegos...
sábado, 6 de septiembre de 2008
...Falsa Publicidad...
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