Antes de comenzar, quizá sería necesario una definición formal del anti-kistchismo. (si, esa no es una palabra real, pero como inventar es gratis, y más importante aún, libre, yo invento lo que quiero)
Cuenta Wikipedia ( la enciclopedia libre) : La palabra kitsch se origina del término alemán yidis etwas verkitschen. Define al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente. También se utiliza el término kitsch en un sentido más libre para referirse a cualquier arte que es pretencioso, pasado de moda o de muy mal gusto.
Tomando el termino más para el lado de nuestras costas, lo kitsch tiene su equivalentes, en español, por ejemplo, en lo "cursi" que es aquello que presume de elegante sin serlo, lo que con apariencia de riqueza y elegancia es ridículo y de mal gusto, de esa necesidad enfermiza de querer mostrar desesperadamente tal o cual cualidad sin realmente poseerla.
Es, en su más burda palabra, el caretaje. La mentira. La farsa. Lo artificial.
Así pues propongo una cruzada anti-kitsch.
Y para hacer esto me basaré en los pequeños ( y 100% más reales placeres) de ser un un militante anti-kitschista. Tomando a grandes personalidades historicas como Juan José Vanguardia, aquel mitico personaje que se presento un día en un club paquete de zona norte (sonrisas plasticas y billeteras abultadas por doquier) y procedió, con la más parsimonica de las actitudes, a bajarse los pantalones en el medio del salón y hacer fuerza. (lamentablemente el primer pedazo de mierda no llegó a tocar el piso antes de que lo sacaran a patadas en el culo, pero su demostración ha inspirado a más de uno)
Siguiendo las lines generales (tal vez de manera menos extremista, aquí queremos introducir el movimiento de a poco y de manera menos agresiva) invitamos, querido lector, a que te hagas amigo del movimiento; que milites con nosotros para volver a los valores más genuinos y peronistas de antes. Dejemos de fingir, mostremos las cosas como son. Evitar el estilo de vida superficial y falso de la sociedad de hoy sera nuestra bandera, mostrar la nobleza del anti-kitschismo nuestro mandato y curar a nuestros compatriotas nuestro pulmotor.
Es así que nuestra primer entrega habla de uno de los grandes placeres anti-kitsch. Porque anti-kitsch es desvergonzado, anti-kitsch es escatologico, anti-kitsch es transgresor y más importante aún, anti-kitsch es dar vergüenza ajena. Hoy hablaremos de sacarse la cera del oido:
El utensillo tipico usado para esta tarea es el "cotonete" o "hisopo", aunque para el anti-kitsch militante la verdadera manera es con el dedo , anque con un pedazito de papel enrollado hasta la forma de un pequeño cono. No es extraño tampoco que se use el capuchón de una birome bic o un clip.
Más allá de lo placentero de la operación, comparable -aunque en mucho menor medida- con la sensación de orinar luego de media hora de aguantarse o un buen cago (de esos que decis "está para sacarle una foto, la puta madre"), este ritual debe llevarse a cabo en público.
De ser posible, el anti-kitschista debe poner el pequeño botin recolectado a la luz, mirarlo desde distintos angulos, limpiar el clip/capuchón de bic/dedo en la ropa y proceder a la otra oreja.
Los militantes viejos ya realizan este ritual mirando a viejas paquetas a los ojos con actitud morbosa y sexual, con pequeños gemidos y cerrando los ojos de manera erotica. Porque en el mundo de hoy estas cosas no existe, solo que sea de a dos y de la puerta para adentro. No señores! Estas cosas existen y no deben esconderse!!!
Sintonicen durante los próximos días para una nueva entrega del "Manual del individuo anti-kistch".
Y recuerden nuestro lema: "No nos avergonzamos de nada!"
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1 comentario:
En mi clase de información aeromédica de hoy nos han dicho que esta acción solo debe realizarse con los dedos y que realizarla en público es buena ya que desalienta el uso del famoso pero perjudicial cotonete. Así que compatriotas, contamos con el apoyo de el sector médico. Gracias.
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